EFECTOS ADVERSOS


Te vi, reconocí y sentí. Ajeno y conocido. Cercano y lejano, fugaz y eterno...Después de que te vi partir pensé en un símil para ti y lo encontré...sin duda sos un como un medicamento.
Sí, un medicamento de esos que contrarrestan un día lleno de calamidades, de un día entero de sufrimiento el cual encuentra fin con un simple movimiento, el meter una pastilla a la boca y tragarla con un poco de agua.

Así eres tú, sin duda un buen trago después de un día caluroso, pero como todo en la vida...es dual. Olvidé ver, leer y sentir esas palabras pequeñas que se esconden detrás de tu sonrisa y tu piel...tus efectos adversos.

Una y otra vez pago el caro precio de tu maravillosa personalidad, después de una vida de encanto contigo se siente un vacío que es improbable de llenar, se crea una fuerte adicción a tu boca y abrazos, se cambia todo en el mundo por permanecer un minuto más en tu compañía, se siente plenitud al verte sonreír y amar, se lamenta en las noches de frío tu ausencia y se llora toda una vida recordando el efecto que causabas en la vida, la esperanza y en el amor mismo.

Una vez que se te prueba es difícil encontrar algo que equipare a esa forma de sentir, eres hiriente, libre y confuso. Lo peor de todo es que eres justo lo que quiero y sin embargo con tantos efectos adversos eres justo lo que no necesito. Así que al verte marchar no salí corriendo al encuentro de tu existencia, tampoco te regalé una sonrisa, ni acaricié tu piel...me quedé con mi enfermedad que se ha vuelto crónica y soportable; esa enfermedad de extrañarte tanto...

Comentarios

  1. Agradezco tu observación. Creo que en el dolor, el amor y la añoranza no hay quien tenga la razón, es tan subjetiva como el mismo sentimiento.

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