Dices que es coraje y te equivocas, el coraje no es lo que me impulsa a no buscarte ni hablarte, es algo mucho más profundo y sincero, se llama reciprocidad.
Esa palabra que me ha revelado mucho más de lo que algún día pude asimilar. Regla fácil de seguir en la vida. Complicada de entender. Las acciones hablan más que mil palabras y es cierto.

No me alimento de palabras y promesas, mi alimento es diario y real. Esas palabras que sueltas a la calle, nunca llegarán a estos oídos tan lejanos, tus manos que ya no son manos y pienso en vano que un día vuelvan a darme la vida...tus ojos que están tan lejos de mí que casi ni puedo mirarlos.

Soy recíproca a tu miedo y tus ganas, sólo eso. Así que si un día no ves mi presencia en tu vida, sólo recuerda como la tuya se hizo sólo un buen recuerdo en la mía. Uno siempre recibe lo que fue sembrando, en este caso te espera un largo invierno mi amor. Un invierno que no pretendo detener, triste desenlace el nuestro, al final lo único que quedó fue una promesa enterrada y muchas ganas, pero poca voluntad.


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