Jodida vs radiante.
Hoy escribiré con una honestidad tal que debería darme mucho miedo lanzarlo como todo lo que hago a la red, con la idea de que así como alguien lo puede leer, puede no hacerlo nadie. Este blog está dedicado a nadie y a todos. Es parte de una terapia que empecé hace ya un año. Hoy escribo para grabar en palabras lo que aprendí en 5 días de intensa búsqueda en mí.
Primero es que no quiero jamás ser demasiado rica, no quiero que la riqueza monetaria llegué a mi de tal manera que no sepa apreciar lo más básico de la vida, quiero ser siempre feliz viendo las nubes, el sol y el mar. No quiero jamás dejar de conocer extraños y creer y maravillarme, no quiero quiero un día volverme pedante y dejar de ceder mi tiempo y vida como lo hago. Quiero seguir creyendo que en mi otra vida quiero ser un grano de arena, no más. No quiero ser una persona importante, ni dejar más huellas que las que he dejado en la arena y la tierra mojada.
Segundo aprendí que puedo correr, gritar, nadar y vivir tanto como quiero, no importando nada. Que puedo hacerlo sin cansarme y que no me da miedo intentar hasta rasgarme incluso, el alma.
Tercero soy una persona muy imperfecta, soy muy dual y a veces muy poco ortodoxa. No soy fiel y pienso constantemente en correr todo el tiempo. Soy egoísta. Soy la peor y la mejor en mi manera de amar. Soy mejor compañera momentánea que eterna, soy atracción de pasajero. Pocas personas encontrarán en mi lo que quieren, siempre les romperé el corazón y ellos siempre lo harán conmigo. Me gustan las sonrisas y las miradas que sólo señalan el adiós. Odio quedarme en la cama y sólo lo hago con una persona. Amo a una persona que no entiendo. Estoy entre la espada y la pared y como buen lío que soy no sé qué hacer, pero caminaré hacia algún lado.
Conclusión: Estoy jodida y radiante, un poco más lo primero que lo segundo y viceversa.
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